A 120 kilómetros de la ciudad de Monterrey en Nuevo León, se ubica un pueblito llamado Espinazo, conocido como el hogar del niño Fidencio.

Un pueblito donde las tradiciones y creencias para unos, mitos y leyendas para otros, se hacen presentes. Durante nuestro viaje tuvimos la oportunidad de observar de cerca y registrar las ceremonias Fidencistas, sus tradiciones, alabanzas y rituales que realizan año tras año buscando la sanación que Fidencio ofrece mediante sus materias elegidas.

Los invito a que vean estas fotografías con el debido respeto que merece esta creencia como todas las demás que existen en nuestro mundo.